Para que vengan y tuesten mi piel
para que roben mis canciones
los viejos tangos con que te recuerdo padre
dejo la puerta abierta
siempre estoy en el patio
pensando una ciudad
un lugar para mi corazón
o en los cabellos de aquella que miré
y que no supo de los puntos cardinales
de un río que se agota
que vengan
y
tuesten mi piel
que borren la alegría
que quemen la casa
y el maldito traje que compré
para salir contigo.