Una mujer que no preste mis libros
y no rompa mis poemas
que le guste la montaña
y las canciones de Andrés Cisneros
que navegue en mis ríos
y beba con delicia el café que hago
una mujer que no golpee mi corazón
a esa mujer la necesito
mis señales son harto conocidas
soy del reino de la parofagia.