Para Pedro Paraima
El fuego ha vuelto a la fuente
abonado con los huesos de mi padre
me esconde la maleza
saco los ojos y veo lejanías
quién puede asegurarme
que no me suelte en alaridos de coyote trampeado
que pueda pescar especies crepusculares
de dónde vendrán los recuperadores de sueños
los aromas y la puerta
por quien seré definitivo encanto
buena luz
nave de todos los mares
conservador de la exquisitez de la parofagia
secreto compartido con otro más animal que yo.